17.8.08

Paranoia holográfica

Por fin escapo de aquellos. La tranquilidad dura sólo cinco segundos. Al instante se despliega de mi costado una mujer sin pies, negra hasta la cabeza. Volteo a verla y ella oculta su rostro mirando a alguien ausente. Seco mi sudor y de reojo me doy cuenta de que ella hace lo mismo. Comienzo a caminar en dirección a mi casa y la misteriosa mujer camina al unísono conmigo. Sospecho que puede leer mi mente, me aterra la perfecta sincronización que hay entre ella y yo. Corro invadida por el miedo, el aire es la transpiración del terror. La figura acelera el paso, me persigue, de nuevo intento escapar. Aunque sabe los movimientos que haré, sus alargados brazos no me alcanzan. Logro esconderme en la oscuridad de mi casa, ella se desvanece. La hija del sol amanece a mi lado.